Sobre el Blog

Dedicado a todos aquellos que se quedan sin inspiración en la cocina. Compartiendo mis ideas, platos que sí puedes hacer en casa con pocos conocimientos. Sin necesidad de tener una despensa del tamaño de Brasil. Y algunas cosillas mas...


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Bacalao con Sofrito de tomate y cebolla

Bacalao again...
Me encanta. Es de ese tipo de productos que te encantan o te asquean, y ahí comparte honores con los callos, el cordero, caracoles y otros cuantos alimentos con tendencia al extremismo. Es así. Desde la experiencia profesional he comprobado que con estos platos -y algunos otros más- no hay termino medio: o los adoran o los aborrecen. Llegué a trabajar con un tío muy majo que en medio de un servicio de boda se fue 15 minutos a la calle mientras servíamos la paletilla de cordero lechal que nos habían pedido como plato principal, bajo la creíble amenaza del inminente vómito....
En esta ocasión tenemos 2 X 1. Por un lado una base de sofrito y por el otro el bacalao terminado.
Este sofrito, un básico en la cocina tradicional, nos sirve de base para arroces, pasta, guisos e infinidad de platos. Se le puede (se le debe) añadir vino blanco o tinto dependiendo de para que lo vayamos a usar. El alcohol concentra los sabores del sofrito, además de aportar el aroma propio del caldo que usemos.
Sofrito.
1 cebolla grande, picada muy fina (brunoisse).
2 tomates bien rojos grandes, pelados y cortados en dados pequeños.
5 cucharadas de aceite.
1/2 copa de vino (el tipo como dije depende del uso que vayamos a darle).
Sal.
Rehogamos lentamente la cebolla con el aceite, removiendo de vez en cuando. Cuando empiece a agarrarse al fondo del recipiente podemos añadir un par de cucharadas de agua, removemos y continuamos rehogando hasta que adquiera un tono dorado intenso y homogéneo. En este caso le he añadido un diente de ajo sin pelar.






Añadimos el tomate y dejamos cocer lentamente hasta que evapore la humedad, lo cual nos llevará unos 15 minutos.


En este momento pondríamos en alcohol elegido (yo esta noche de abstemio total) y dejamos reducir 5 minutos.






Este sofrito listo lo podemos incluso hacer en grandes cantidades y congelar en pequeños recipientes, contando con una cucharada sopera generosa por cada ración de comida que vayamos preparar con el (salvo en casos como en el de este bacalao, ya que el sofrito aquí cobra casi la misma importancia que el pescado).
Bacalao.
En este momento he puesto, sobre 6 cucharadas de sofrito, un taco de bacalao desalado de unos 160 gramos. Lo dejo cocer por un lado durante unos 5 minutos, a fuego lento. Pimienta negra recién molida, unas cuatro vueltas del molinillo. Se le da la vuelta y se deja cocer unos 4 minutos más, siempre muy despacio. 

 Espero que el resultado sea parecido a este, porque de verdad que ha merecido la pena. No me importa prepararlo solo para mí (el resto de mi familia están en la parte de "me asquea", que se le va a hacer) y otra cosa para los demás, el plato se lo merece.












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